Cada persona que posea un vehículo debe saber que existen una serie de chequeos periódicos que han de llevarse a cabo en él, con independencia de que el coche sea de segunda mano o nuevo de fábrica. En lo referente a los líquidos del vehículo, hay cuatro que cada conductor o conductora debe revisar, al menos, una vez cada quince días: líquido refrigerante, de frenos y del lavaparabrisas y el aceite.

Precauciones a la hora de hacer la revisión del vehículo

Para llevar a cabo las revisiones quincenales de líquidos del coche –y evitar así la aparición de posibles averías o detectar las que ya existan– debe tenerse la precaución de realizar el proceso con el coche parado. Además es importante que haya transcurrido el tiempo suficiente (al menos una hora) desde que se paró el vehículo por última vez, para comenzar la revisión.

Cómo comprobar que los líquidos del vehículo son los adecuados

Revisión del líquido refrigerante

El líquido refrigerante no debe gastarse en condiciones normales y ha de estar entre los niveles de máximo y mínimo que se señalan en el contenedor. Es crucial que la revisión se realice en frío.

Revisión del líquido de frenos

El líquido de frenos debe estar también entre los niveles de máximo y mínimo que señala el contenedor y tampoco ha de gastarse en condiciones normales. Es importante tener en cuenta que los niveles de líquido de frenos disminuyen cuando las pastillas de frenos se desgastan. En estos casos, no es necesario añadir líquido al contenedor sino proceder a cambiar las pastillas de frenos. Una vez hecho, el nivel del líquido de frenos debería volver a su cota adecuada.

Revisión del líquido del limpiaparabrisas

El líquido del limpiaparabrisas es el único de los líquidos del vehículo, a revisar quincenalmente, que se gasta. Su consumo dependerá del uso, es decir, de las veces que se utilice para limpiar el parabrisas. En ese sentido, puede ser un líquido a revisar cada quince días pero puede también requerir revisiones en periodos de tiempo más cortos.

Revisión del aceite

Con el aceite pasa igual que con el líquido refrigerante o el de frenos. No debiera gastarse y debe encontrarse entre los niveles de máximo y mínimo. Para medirlo es necesario sacar la varilla del aceite, limpiarla, volverla a introducir y sacarla nuevamente. Ahora sí muestra el nivel de aceite real del vehículo.

Aspectos a tener en cuenta al revisar los líquidos del vehículo

Los siguientes son supuestos en los que los líquidos del vehículo pueden estar señalando una posible avería en el coche.

Líquido refrigerante

Cuando el líquido refrigerante se encuentra bajo el nivel de mínimo, de manera habitual, es señal de que el vehículo está sufriendo una pérdida. En este caso, se recomienda llevarlo al taller.

Líquido de frenos

Si falta líquido de frenos y las pastillas de frenos están en condiciones, es muy probable que el vehículo esté experimentando una pérdida a través de los tambores traseros. Esta situación se da únicamente en los vehículos con tambores de freno traseros. Para comprobar si es el caso, basta con mirar las ruedas traseras, que estarán llenas de líquido.

Aceite

Si el vehículo sufre pérdidas de aceite excesivas, después de haber pasado por un cambio de aceite, es imprescindible llevarlo al taller, ya que las pérdidas de aceite están relacionadas con múltiples averías. Solo los mecánicos profesionales y las herramientas adecuadas pueden determinar cuál es exactamente la avería de su vehículo.

Cuándo revisar los líquidos

Se recomienda que la revisión periódica de estos líquidos se realice al menos cada quince días. Dependiendo de los años del vehículo y de los kilómetros que con él se hagan diariamente, estos periodos pueden acortarse hasta las revisiones semanales o, incluso, diarias.

Si le surge alguna otra duda que no quede aclarada en este artículo, en Taller Olveira, en Ingenio, estaremos encantados de atenderle. Puede llamarnos o hacernos una visita, sin ningún tipo de compromiso. Estamos a su disposición para resolver todas las dudas que puedan surgirle respecto al mantenimiento de su vehículo, la detección de averías o cualquier tema relacionado.